31Mar
Las puertas blindadas están diseñadas para ofrecer una mayor seguridad en hogares y negocios, protegiendo ante intrusos y accesos no autorizados. Sin embargo, existen diversas técnicas, algunas legales y empleadas por cerrajeros profesionales, y otras utilizadas por delincuentes con fines ilícitos, para forzar los mecanismos de seguridad. Conocer estos métodos no solo permite entender cómo funcionan las cerraduras, sino que también ayuda a tomar decisiones adecuadas sobre qué tipo de cerraduras instalar para maximizar la protección.
El ganzuado es una técnica que consiste en manipular los pistones de una cerradura con herramientas especiales denominadas ganzúas. Los cerrajeros profesionales utilizan este método para ayudar a clientes que han perdido sus llaves, aunque también ha sido explotado por delincuentes experimentados. La dificultad de este método radica en la habilidad del usuario y en la resistencia de la cerradura. Actualmente, muchas cerraduras de alta seguridad están diseñadas para ser resistentes a este tipo de manipulación, incorporando mecanismos de bloqueo adicionales.
El bumping es un método ampliamente conocido que utiliza una llave especialmente modificada, conocida como «llave bump». Al insertarla en la cerradura y golpearla suavemente con un objeto contundente, los pistones internos se alinean temporalmente, permitiendo que el cilindro gire y la puerta se abra. Este método es rápido y efectivo en cerraduras tradicionales, aunque las cerraduras antibumping han reducido drásticamente su eficacia.
El impresioning es una técnica más sofisticada que se basa en la fabricación de una copia exacta de la llave sin necesidad de acceso previo a ella. Se inserta una lámina de aluminio o un material similar en la cerradura, y con el uso repetido se marca la disposición de los pistones, lo que permite fabricar una llave funcional. Aunque este método requiere habilidad y paciencia, es altamente efectivo en cerraduras convencionales.
Este método es aplicable solo en cerraduras con pestillo de resorte y sin sistema de bloqueo interno. Consiste en deslizar una tarjeta rígida (como una de crédito) entre el marco de la puerta y el pestillo para empujarlo hacia adentro y liberar el mecanismo de cierre. Aunque es una técnica rudimentaria, sigue siendo eficaz en puertas con cerraduras simples o mal instaladas.
Las llaves maestras son herramientas que pueden abrir varias cerraduras de una misma serie. Aunque su uso está limitado a profesionales de la cerrajería, los delincuentes han logrado replicarlas para acceder a ciertos modelos de puertas. Las cerraduras modernas han implementado sistemas que dificultan o impiden el uso de este método.
Cuando todos los métodos anteriores fallan, el uso de un taladro puede ser la última opción para abrir una cerradura. Se perfora directamente el cilindro hasta destruir los pistones internos, permitiendo que la cerradura gire libremente. Este método es ruidoso y causa daños irreparables a la cerradura, por lo que solo se emplea en casos extremos o en intervenciones de emergencia.
Un extractor de cilindros es una herramienta especializada que permite extraer completamente el cilindro de la cerradura sin necesidad de perforarlo. Esto deja libre el mecanismo de apertura y permite acceder al interior de la propiedad. Este método se usa principalmente en el ámbito de la cerrajería profesional.
Algunas cerraduras pueden ser vulnerables al uso de decodificadores especializados que analizan la disposición interna de los pistones y permiten fabricar una llave funcional en minutos. Este método requiere herramientas avanzadas y conocimientos técnicos precisos, por lo que no es común fuera del ámbito profesional.
Las pistolas eléctricas de ganzúa generan vibraciones de alta velocidad que pueden alinear los pistones internos de la cerradura de manera rápida y eficiente. Este método reduce significativamente el tiempo necesario para abrir una cerradura en comparación con el ganzuado manual, aunque sigue requiriendo destreza y conocimiento sobre el mecanismo interno de cada modelo.
El apalancamiento es un método rudimentario pero efectivo que implica el uso de herramientas como palancas o patas de cabra para forzar el marco de la puerta y romper los mecanismos de cierre. Este método es extremadamente destructivo, ruidoso y deja evidencias físicas evidentes.
Las cerraduras electrónicas, si bien ofrecen ventajas en cuanto a control de acceso, pueden ser vulnerables a ataques informáticos. Los hackers pueden explotar fallos en el software o en la comunicación entre el sistema de cierre y el dispositivo de control para desbloquearlas sin necesidad de una llave física. La actualización constante del software y el uso de cifrado avanzado minimizan este riesgo.
En Seguridad Soler, comprendemos la importancia de contar con puertas y cerraduras que garanticen la máxima protección. A diferencia de las cerraduras convencionales, nuestros modelos de alta seguridad están diseñados para resistir cada una de las técnicas mencionadas en este post.
Nuestras cerraduras antibumping, antiganzúa y antitaladro garantizan que ningún intruso pueda acceder fácilmente a tu hogar o negocio. Además, nuestras cerraduras electrónicas cuentan con cifrado avanzado para evitar ataques cibernéticos, y los escudos protectores de nuestros cilindros impiden cualquier intento de extracción.
Con Seguridad Soler, la tranquilidad está asegurada, porque la mejor protección es aquella que no puede ser vulnerada.
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