El uso y necesidad de las puertas antiokupas surge tras el origen del fenómeno okupa, un movimiento social centrado en la ocupación de viviendas deshabitadas para usarlas como lugar de reunión o como centros con fines sociales. También es un método empleado por familias que se encuentran en una situación complicada y la ocupan por pura necesidad. Incluso, puede ser una ocupación por parte de organizaciones peligrosas para hacer un uso ilegal de ellas.
Antiguamente, para evitar las ocupaciones se tapiaban las puertas, esta era una técnica que imposibilitaba el acceso a la vivienda por parte de sus dueños. Actualmente, se emplea un método diferente que, aunque no permite un uso diario y común de la puerta, permite entrar a los dueños de la vivienda y ofrecer, al mismo tiempo, un gran nivel de seguridad ante posibles ocupaciones.
¿Cómo son las puertas antiokupas?
Para garantizar lo máximo posible la resistencia ante ocupas, las puertas antiokupas están realizadas en acero galvanizado frío. El acero galvanizado es un elemento de acero recubierto por capas de zinc a través de un proceso por el que se protege a la pieza de la oxidación. Además, están cortadas con láser para lograr la mayor precisión posible y reducir al máximo los puntos débiles.
Puesto que las cerraduras son uno de los puntos más vulnerables de las puertas, se suele utilizar una placa de manganeso que impide la rotura y apertura de estas puertas. Además, están compuestas de un doble cerco de seguridad que refuerza los anclajes de la cerradura y cuentan con un escudo macizo resistente a ataques externos con diferentes materiales.
Puertas blindadas y acorazadas frente a las puertas antiokupas
Aunque dentro de los tipos de puertas se pueden hacer dos grandes divisiosnes, las puertas blindadas y las acorazadas, hay que tener en cuenta que estas no son lo mismo que las puertas antiokupas. Las primeras son instaladas en las entradas de las viviendas y se pueden reforzar con cerraduras antibumping u otros tipos que cuenten con un alto nivel de resistencia.
En realidad, las puertas antiokupas se instalan como segunda puerta, es decir, se colocan sobre los marcos de las puertas de la entrada de las viviendas a proteger y sobre la puerta ya existente.
Cómo funcionan las puertas antiokupas
Cuando nos encontramos ante una vivienda o local que no va a ser utilizado de manera regular, recurrir al uso de una puerta antiokupa es la mejor solución. Este tipo de puertas funcionan, no como elemento de disuasión, si no directamente como un elemento que evita por completo la ocupación.
Este tipo de puertas, que se instalan sobre una ya existente, no poseen pomo ni mirilla y su cerradura es imposible de forzar debido a que funcionan con llaves especiales que no están al alcance del público general. Estas puertas se anclan desde el exterior hacia el interior utilizando unas varillas roscadas que resultan infranqueables desde el exterior. Algunas puertas, incluso, sustituyen las clásicas llaves por sistemas con código o sistemas electromecánicos sin llaves.
Como complemento, se pueden emplear sensores que detecten el movimiento los cuales generarán un sonido de alarma si algún okupa intenta entrar en la vivienda. Incluso, es recomendable no desconectar el timbre de la puerta.
¿Realmente sirven las puertas antiokupas?
Al igual que con otros sistemas de seguridad, la efectividad de las puertas antiokupas dependerá del material con el que se hayan fabricado y el nivel de seguridad que proporcionen sus cierres.
La instalación de una puerta antiokupa supone un punto infranqueable al acceso de la vivienda. Cuanto más tiempo conlleva su apertura, más disuasorio será para los ladrones ya que supone la necesidad de forzar la puerta y llegar a romperla. Este no es el mejor resultado ya que para ellos es importante que las puertas no queden dañadas y se cree un ambiente de completa normalidad.
No obstante, hay que tener en cuenta que si no pueden acceder por la puerta buscarán otras formas de acceder a la vivienda o al local. Por ejemplo, si la vivienda se encuentra en un bajo lo más probable es que fuercen las ventanas para acceder al interior. Por esta razón, es recomendable emplear un método complementario de seguridad.
Precios de las puertas antiokupas
Las puertas antiokupas tienen diferentes precios dependiendo del material de fabricación, los tipos de cerraduras de seguridad que posean y otras características que pueden encarecer su precio.
El precio puede variar dependiendo de si se trata de una puerta hecha a medida para el marco. Otra característica que hace variar su precio es el grado de seguridad. El precio también puede variar dependiendo de la instalación que requiera la puerta antiokupa. La realidad es que es más beneficioso gastar el dinero en la instalación de una puerta antiokupa que en un proceso para desocupar una vivienda o un local ocupado, además de los quebraderos personales de cabeza que conlleva para los dueños de las viviendas.
También existe la opción de alquilar una puerta antiokupa por una cuota mensual mientras se mantenga el servicio. Este es un método efectivo cuando se requiere protección durante un tiempo determinado debido a la ausencia de los dueños de las viviendas o locales. Este coste no suele superar los 100 euros al mes y no resultará un coste tan elevado como es el de una compra.
El precio de la instalación de una puerta antiokupa también varía si se añade un sistema de seguridad secundario, como puede ser una alarma o una cámara de videovigilancia. Estos servicios también se pueden contratar indefinidamente o durante un tiempo determinado mientras la vivienda esté desocupada.
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