Antes de definir qué es un CCTV, es importante saber de dónde vienen estas siglas. CCTV provienen del inglés Closed Circuit Televisión y que coincide con la traducción al español, que sería Circuito Cerrado de Televisión.
Los CCTV son sistemas de seguridad basados en la videovigilancia conectados a una Central Receptora de Alarmas a través de un circuito cerrado. Desde esa Central de Recepción se pueden supervisar las imágenes en unos monitores para percibir anomalías o situaciones no deseadas en un espacio concreto.
A diferencia de otros sistemas de videovigilancia convencionales, este sistema cerrado sólo permite que se realicen las visualizaciones de las imágenes de manera privada en cualquier momento y al que sólo tiene acceso el propietario, además de cuerpos de seguridad en caso necesario. Así, la privacidad queda garantizada completamente.
¿Cómo funciona un Circuito Cerrado de Televisión?
Un Circuito Cerrado de Televisión está formado por las cámaras de vigilancia, un medio de transmisión, los monitores, sistemas de registro y grabación de datos y otros elementos como dispositivos de almacenamiento.
Su funcionamiento se basa en la captación de imágenes por las cámaras del circuito de las zonas que se quieren monitorizar. Estas imágenes se transmiten a los monitores a través de fibra óptica, cables UTP o cables coaxiales. Actualmente, incluso, puede hacerse de manera inalámbrica sin necesidad de usar cables. Así, se vigilan perímetros seleccionados para detectar la presencia de personas no autorizadas o de actividades ilícitas.
Estas imágenes pueden retransmitirse en un monitor o no y quedar grabadas de manera privada en un almacenamiento que no es público. Además, en algunos casos puede haber la posibilidad de controlar las cámaras de forma remota, moviéndolas y variando el zoom, para conseguir un mejor control de la zona vigilada.
Beneficios de usar un CCTV
La presencia de las cámaras pertenecientes a un Circuito Cerrado de Televisión son un elemento disuasorio para aquellos que planean llevar a cabo una actividad ilegal, reduciendo la posibilidad de intrusión de personas no autorizadas. Además, en caso de realizarse, estas cámaras son testigos de lo ocurrido y permiten recopilar información para resolver cualquier incógnita.
Estas cámaras suponen una supervisión constante de las instalaciones en las que estén colocadas, tanto de los empleados como de los visitantes o clientes. Así, en caso de cualquier actividad sospechosa o irregular interna, se podrá conocer la verdad. Por supuesto, suponen también un elemento de control de accesos.
Disponer de estos sistemas de seguridad permite ver en tiempo real qué está ocurriendo en las zonas vigiladas. Actualmente se puede acceder a estas imágenes a través de tablets, ordenadores y smartphones de forma rápida y sencilla.
¿Qué equipos componen un CCTV?
Aunque lo hemos mencionado brevemente antes, los Circuitos Cerrados de Televisión tienen unos componentes básicos para su funcionamiento:
- Cámaras: son los dispositivos que captan las imágenes del lugar en cuestión. Sin ellas, no sería posible instalar un circuito de vigilancia. Dependiendo del sistema instalado, se puede elegir qué imagen ver en los monitores. En algunos casos, pueden tener la función de visión nocturna, permitiendo una gran nitidez en las imágenes. Otras también permiten la detección de movimiento.
- Monitores: son los componentes externos que permiten la revisión de las imágenes
- Medio para transmitir la imagen
- Equipo de almacenamiento: existen sistemas de almacenamiento que permiten disponer de la grabación desde 6 cámaras hasta 64 con la posibilidad de que cada una grabe de una manera diferente según las necesidades del cliente. Para almacenar las imágenes es necesario contar con un buen servidor IP con capacidad suficiente para el almacenamiento de las imágenes, lo cual permite la recuperación de las mismas en caso de necesidad.
Tipos de Circuitos Cerrados de Televisión
En el mercado se pueden distinguir varias tipologías de CCTV atendiendo a diferentes factores:
- Según el tipo de imagen: las grabaciones pueden ser en blanco y negro o en color. Además, puede haber cámaras con visión nocturna o adaptadas a espacios con poca iluminación.
- Según las imágenes captadas por segundo: habitualmente las cámaras suelen captar unas 30 imágenes por segundo, pero el resultado de la grabación es una cantidad inmensa de material al cabo del día. Por esta razón, se suele utilizar en algunos casos velocidades de hasta 6 imágenes por segundo, que igualmente permite tener constancia de todo lo ocurrido en la zona vigilada.
- Cámaras PTZ: son cámaras móviles que permiten controlar a un sujeto concreto en un área concreta de vigilancia, enfocando en la zona necesaria de forma remota.
- Con cable o inalámbricas: actualmente se pueden encontrar sistemas de circuitos cerrados de televisión con cable o sin ellos. Las que funcionan con cable necesitan de una instalación más compleja. Por el contrario, las inalámbricas permiten una mayor facilidad de instalación, pero la calidad de la imagen puede verse reducida al transmitir los datos por el aire y no por un cable concreto y conectado directamente a los monitores.
¿Por qué instalar un CCTV?
Instalar un Circuito Cerrado de Televisión es una de las mejores opciones de seguridad en cualquier local o negocio, así como espacios por el que haya un gran trasiego de personas o se quiera controlar que nadie ajeno entre a una finca o a una comunidad de vecinos.
En Seguridad Soler estamos especializados en la venta e instalación de videocámaras de vigilancia. Contamos con un gran equipo técnico y humano, que se encargará de ofrecer asesoramiento para instalar el sistema de la manera más efectiva posible, así como el mantenimiento de todo el equipo.
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