Los enchufes pueden llegar a ser un problema para los niños pequeños o bebés. Según el Instituto Nacional de Consumo, el tramo de edad comprendido entre 1 y 4 años es el periodo más peligroso ya que es cuando los niños empiezan a explorar todo lo que les rodea. Esto supone que se produzcan accidentes domésticos que, en la gran mayoría de los casos, son evitables si se adoptan las medidas de seguridad necesarias.
Caídas, quemaduras, intoxicaciones y electrocuciones son algunos de los peligros del hogar y que provocan que estos accidentes domésticos sean la principal causa de percances en niños pequeños. Precisamente, los interruptores eléctricos y enchufes son uno de los elementos más llamativos para los más pequeños de la casa debido a su inagotable curiosidad.
Tomas de corriente, enchufes o cables eléctricos a la vista, especialmente si están poco cuidados o estropeados, podrían ser un peligro para los niños, aún más si están en la edad de gatear ya que es cuando lo van explorando todo sin ningún miedo y recibir una descarga eléctrica puede hacer que un niño salga gravemente herido.
¿En qué consisten los protectores de enchufes?
Los protectores de enchufes son sistemas de seguridad que tapan los orificios que dan acceso a los contactos en los enchufes. De hecho, según la normativa de instalación ICT (Infraestructura Común de Telecomunicaciones) toda vivienda debe incorporar sistemas de protección infantil.
Son sistemas fáciles de instalar y de utilizar que se pueden encontrar fácilmente en las tiendas. De esta forma, el enchufe, aunque esté accesible, los niños no podrán meter los dedos en los orificios ni tampoco podrán reiterar esos protectores por lo que podrás estar completamente seguro de que tu pequeño no sufrirá ningún accidente con la electricidad.
¿Por qué tapar los enchufes?
Aunque las partes externas de los enchufes son diseñadas en plástico aislante y el usuario no está expuesto a ningún peligro, lo cierto es que la parte interna sí es metálica y conductora. Esto puede producir una descarga eléctrica que afecta a la musculatura, la cual se contrae. De hecho, si la descarga es muy fuerte incluso puede llegar a parar el corazón. Sin embargo, estas descargas eléctricas también pueden producir lesiones en los nervios o en la piel.
El cuerpo humano ejerce como conductor de la corriente eléctrica. Si un niño toca un cable roto o un sistema eléctrico con la mano, su propio cuerpo es el encargado de cerrar el circuito provocando la circulación de la electricidad y la descarga.
Es por esto que aunque ya de por sí los enchufes cuenten con elementos de protección para no electrocutarnos en su uso diario, los adultos sabemos que no tenemos que meter los dedos en los enchufes, sin embargo, los niños pequeños y bebés desconocen este peligro. Gracias a los protectores, se evita que los niños introduzcan sus dedos en las tomas de corriente reduciendo la posibilidad de sufrir electrocuciones.
Tipos de protectores de enchufes para bebés
Uno de los protectores más habituales son los protectores extraíbles ya que son muy sencillos de utilizar. Suelen ser de color blanco y son muy discretos, aunque también los hay transparentes, de diferentes colores e, incluso, con elementos decorativos.
Funcionan encajándolo en los agujeros de los enchufes directamente. A pesar de ser tan sencillo, el niño no tiene la suficiente fuerza ni habilidad para extraerlo. Son fáciles de encontrar en tiendas de bricolaje, ferreterías o cadenas de electrodomésticos, además de en pequeñas tiendas o bazares.
También existen enchufes que incluyen una tapa de seguridad evitando cualquier contacto con las partes activas metálicas.
Enchufes con seguridad infantil
Para evitar cualquier tipo de accidente infantil en casa, se pueden adquirir enchufes que de por sí cuentan con elementos de seguridad que evitan que los niños puedan acceder a las partes metálicas activas.
Los enchufes con seguridad infantil contienen dentro un obturador de seguridad que ofrece una protección completa ante la imparable curiosidad de los niños. Esto permite que los padres puedan tener un extra de tranquilidad.
En general, este tipo de sistemas se denominan enchufes de seguridad debido al mecanismo que tienen montado en su interior tapando el acceso a los contactos. Para que se diese la corriente sería necesario insertar y aparentar en los dos agujeros al mismo tiempo.
Seguridad para evitar electrocuciones
Aunque los niños y bebés son los más propensos a sufrir accidentes domésticos debido a la electricidad, lo cierto es que los adultos también deben protegerse de sufrir este tipo de incidentes.
Lo más recomendable es adquirir enchufes de seguridad que garanticen la protección de todos los miembros de la familia. Así, se puede evitar fácilmente cualquier riesgo.
Además, con el fin de aumentar aún más la seguridad y reducir la posibilidad de descargas eléctricas, hay que tener en cuenta que los interruptores sean seguros y estén en un lugar donde no pueda darse contacto con el agua. El agua también es un elemento conductor de la electricidad por lo que si un dispositivo eléctrico entra en contacto con el agua puede producir una descarga eléctrica que puede resultar fatal.
Con gestos muy sencillos y utilizando los dispositivos de seguridad adecuados, tanto para niños como para adultos, se pueden reducir enormemente las probabilidad de sufrir un grave accidente con la electricidad. Disponer de un entorno seguro para bebés y niños dará a los padres tranquilidad y a la vez permitirá que los más pequeños de la familia se entretengan sin correr ningún riesgo.