Diferencias entre puertas blindadas, puertas acorazadas y puertas de seguridad

Puertas de seguridad en viviendas

Las puertas de seguridad son elementos indispensables para mantener la protección en el hogar. Actualmente, los niveles de seguridad de las puertas se han incrementado y existen diferentes tipos fabricados con distintos materiales que proporcionan una mayor resistencia ante posibles ataques, además de una durabilidad superior.

A la hora de elegir la que mayor seguridad nos dé en nuestro hogar, los términos que más comúnmente se escuchan son los de puertas blindadas y puertas acorazadas o, incluso, puertas semiacorazadas. Además, se puede distinguir un tercer tipo: las puertas de seguridad. La elección entre una y otra dependerá de las necesidades del cliente pero, ¿cuál es la diferencia entre las puertas blindadas y las puertas acorazadas?

Características de las puertas blindadas

Las puertas blindadas son un tipo de puerta de entrada fabricada en madera. Sin embargo, tanto el cuerpo como el marco están reforzados con láminas de acero.

La principal desventaja de este tipo de puertas es que son poco resistentes ante ataques y son modelos de sobra conocidos por los ladrones. Es un tipo de puerta que puede ser forzada de manera fácil y rápida. Además, debido a su fabricación en madera, con el tiempo, su propio peso provoca que la zona de las bisagras ceda y acabe por descolgarse.

Actualmente, el término “blindadas” no representa un mayor nivel de seguridad. Sí es cierto que son más resistentes de lo que lo eran las puertas convencionales, pero ya ha quedado demostrado que es un tipo de puerta que ofrece muy poca resistencia ante la mayoría de los robos.

Características de las puertas acorazadas

Las puertas acorazadas son modelos fabricados en acero. Aunque también incluyen elementos en madera, se trata únicamente de elementos estéticos que la recubren. En cuanto a resistencia, ofrece una mayor seguridad que las puertas blindadas ya que los materiales de fabricación y los complementos de seguridad ofrecen una mayor calidad y resistencia ante robos.

Este tipo de puertas incorporan cerraduras autobloqueantes que, al detectar un uso indebido, bloquean la cerradura para evitar el acceso a la vivienda. Además, incorpora  escudos abocardados, un tipo de protector de aluminio del cilindro de la puerta ante el uso de taladros o la rotura del propio cilindro.

Sin embargo, no todas las puertas acorazadas ofrecen el mismo nivel de protección. Esto dependerá del tipo de cerraduras o refuerzos que contenga. Para conocer el tipo de resistencia hay que revisar la etiqueta AENOR, la cual informa acerca de la garantía ante unos niveles de intrusión mínimos. 

Características de las puertas de seguridad

Como hemos mencionado, existe un tercer tipo de puerta llamadas puertas de seguridad. Aunque comúnmente se engloba en este término a las acorazadas y blindadas, lo cierto es que es diferente a  las anteriores.

Las puertas de seguridad son puertas destinada a las entradas cuya estructura está formada por acero y metal, lo cual les confiere una resistencia superior a las anteriores. Tanto la estructura, como el escudo y el bombín superaron ensayos de agresiones con diferentes herramientas por lo que cuentan con las certificaciones EN-1627 y EN-85160.

Estas cerraduras están fabricadas para resistir técnicas como el bumping, el uso de ganzúas e impresión, además de agresiones más violentas con taladros o roturas y extracciones. Por esta razón, su uso no se limita exclusivamente al exterior de una vivienda sino que también se utiliza en recintos y espacios interiores.

cerradura de puertas blindadas

¿Cómo saber si mi puerta está blindada o es acorazada?

Una vez que sabemos cuáles son las diferencias entre las puertas blindadas y las puertas acorazadas, seguro que te preguntas qué tipo de puerta tienes en tu vivienda. Para saberlo, no es necesario que acudas a un profesional, lo puedes comprobar por tí mismo teniendo en cuenta las características mencionadas anteriormente.

Para saber a ciencia cierta si es un modelo u otro sólo hay que fijarse en los materiales en los que está fabricada. Si está fabricada en madera y cuenta con un revestimiento en aluminio, entonces tendrás una puerta blindada. También puedes comprobarlo quitando la mirilla completamente y verificar si entremedias hay una plancha de hierro.

No obstante, la normativa española UNE-85160 empezó a nombrar desde 2013 a puertas blindadas y acorazadas bajo el término de “puertas de seguridad”. Por esta razón, es probable que escuches este término para hablar tanto de un tipo de puerta como de otra. Esta normativa establece la diferencia según su grado de resistencia frente a ataques, estableciendo unos requisitos mínimos de protección y la clase de resistencia.

Qué es mejor, ¿una puerta blindada o una acorazada?

Las puertas blindadas, debido a su material de fabricación y los elementos que incorpora, no proporcionan un gran nivel de protección. Son un tipo de puerta que los ladrones pueden abrir sin mayor esfuerzo utilizando destornilladores o palanquetas.

Las puertas acorazadas, gracias a la durabilidad de sus materiales y a su resistencia comprobada, cuentan con elementos robustos y que incorporan certificados de seguridad que garantizan la protección de tu vivienda.

Aún así, hay que tener en cuenta que es a partir del Grado 3 de seguridad cuando se puede empezar a hablar de “puertas de seguridad”, aptas para resistir ataques y que garantizan que el intruso pueda forzarla con herramientas profesionales.

Aunque ambos tipos se engloban en el término “puertas de seguridad”, los modelos blindados ofrecen menos resistencia ante ataques que los modelos acorazados.

Precios de las puertas blindadas y acorazadas

El coste de las puertas acorazadas y blindadas depende de las características, marcas, modelos y el nivel de seguridad y certificación del que dispongan.

El precio de las puertas blindadas se sitúa entre los 300 y los 600 euros. No obstante, las puertas blindadas para el hogar pueden costar entre 500 y 1.000 euros según sus componentes y la seguridad que ofrece, además de acabados adicionales o complementos que pueda tener.

Además, debes tener en cuenta el coste de la instalación de la puerta y las posibles reformas que haya que realizar (si es que es necesario) para adaptar el espacio disponible para su montaje. El nivel de protección que ofrece la puerta de tu hogar dependerá, en gran medida, de la instalación que se haya llevado a cabo. Si se realiza una mala instalación, la seguridad y protección de la vivienda se puede ver comprometida.

Las puertas acorazadas se pueden encontrar a partir de 1.000 euros. Su precio también dependerá de los revestimientos estéticos que tenga, que actualmente son muy variados. Igualmente, si debes realizar una pequeña obra para su instalación, el precio aumentará.