Una de las técnicas más utilizadas para llevar a cabo robos a viviendas es el método bumping. Se trata de una técnica que se originó en los años 70 en Dinamarca ideada por cerrajeros profesionales que buscaban una manera de abrir las cerraduras de forma rápida y eficaz sin dañarlas. Sin embargo, actualmente es una de las principales maniobras llevadas a cabo por ladrones ya que se trata de una técnica rápida, silenciosa y eficaz que no deja rastro.
El método bumping consiste en utilizar una llave “bump” que corresponda a la cerradura que se pretende abrir. Las cerraduras están compuestas por pines, una serie de pilares con resortes y cada uno de estos pines están superpuestos sobre otro, que es el pin de la llave y es el que ésta toca cuando es insertada. Cuando estos pines se alinean al introducir la llave cuyos cortes encajan con la medida de los pines, la cerradura puede ser abierta. Por el contrario, si estas medidas no coinciden, la cerradura no se abrirá.
La llave bumping
Para llevar a cabo el bumping es necesaria la llave maestra. Esta llave, con los dientes específicamente diseñados, se introduce a la profundidad del primer pin. A continuación, con un golpe contundente con un martillo u otro objeto parecido, la llave se introduce por completo transfiriendo la fuerza suficiente para que los pines se liberen permitiendo el giro de la llave.
Este tipo de llaves son baratas, sencillas de producir y están al alcance de todos. La mayoría de las cerraduras están obsoletas ante las nuevas técnicas de robo. Sin embargo, este método únicamente será posible mientras la llave pueda introducirse en un bombín que no sea antibumping. De lo contrario, será presa fácil de los ladrones.
Cómo evitar el método bumping
Para evitar que las puertas puedan ser abiertas mediante el método bumping, se recomienda la instalación de bombines antibumping. Se trata de una cerradura más sofisticada que evita esta técnica. La primera diferencia que encontramos con las cerraduras antibumping es que, al contrario que con las cerraduras tradicionales, se usan las llaves de manera horizontal y no verticalmente. Al utilizarlas en esta orientación, las cerraduras cuentan con un sistema doble de pitones, uno por cada lado de la llave, que hace más complicado el replicado de los dientes. Además, al estar en horizontal, no se favorece la gravedad al dar el golpe sobre la llave. Las llaves para estas cerraduras son únicas para cada cerrojo, los cuales cuentan con un sistema más complejo de pitones y permiten que se genere un mayor número de combinaciones posibles entre las llaves y las cerraduras. De esta manera, se evita que exista una llave universal con la que llevar a cabo el bumping.Instalar cerraduras antibumping
La instalación de las cerraduras antibumping debe realizarse por cerrajeros profesionales ya que si se instala de manera incorrecta, la seguridad de la vivienda o el local podría verse comprometida.
Instalar una cerradura antibumping no sólo evita estos tipos de robos ya que, adicionalmente, pueden incluir una protección contra el uso de ganzúas u otras técnicas con las que los ladrones puedan abrir las puertas de las viviendas. Además, puede evitar que la puerta se abra aún teniendo la llave puesta por el interior.
Las cerraduras antibumping cuentan con sistemas anti extracción, es decir, la extracción del cilindro y la cerradura no se puede realizar fácilmente y necesita de profesionales. Además, cuentan con el puente reforzado aportando un nivel extra de seguridad contra actos vandálicos.
Debido al mayor nivel de seguridad que proporcionan, las cerraduras antibumping son más caras de instalar. Los precios oscilan desde los 90€ hasta superar los 400€. El precio final dependerá del grado de seguridad que proporcione, los cuales pueden diferenciarse entre grado I, II y III, siendo éste último el que ofrece un nivel de seguridad máximo. La urgencia con la que se necesite que la cerradura sea instalada también hará que el precio varíe y pueda ser más elevado.
¿Se pueden abrir puertas blindadas con el método bumping?
Antes que nada, es importante diferenciar entre las cerraduras y las puertas. Se trata de dos elementos de seguridad completamente diferentes con características diferentes que, si se complementan correctamente, generan un escudo ante intrusiones.
En definitiva, de nada sirve tener una puerta robusta si la cerradura o sus elementos de seguridad, como los marcos, pueden ser fácilmente manipulables.
Aunque el término “blindada” pueda aludir a un mayor nivel de seguridad, lo cierto es que son las más sencillas del mercado y las que menos seguridad y resistencia a ataques ofrecen. Son puertas que pueden ser forzadas rápidamente con distintos métodos de robo: ganzuado, el uso de taladro, la rotura y, por supuesto, el bumping. Además, las llaves suelen ser fácilmente replicables por lo que no suponen ninguna barrera para los ladrones.
Por el contrario, las puertas acorazadas proporcionan una mayor resistencia ante ataques y genera un mayor nivel de seguridad que, complementado con una cerradura antibumping, puede ser el mayor enemigo de los ladrones al existir un grado de seguridad muy alto.
Cerraduras antibumping en Seguridad Soler
Seguridad Soler somos una empresa con más de 75 años de tradición familiar en el sector de la seguridad. Trabajamos con la mayor seriedad y eficiencia para ofrecer la mejor protección a viviendas, locales, oficinas, industrias o empresas. Además, trabajamos con los mejores proveedores y fabricantes y contamos con nuestro propio servicio técnico al que puede recurrir si tiene alguna emergencia de seguridad.
Si necesita instalar una cerradura antibumping, puede contactar con Seguridad Soler y le atenderemos lo más rápido posible sin compromiso. En Seguridad Soler contamos con profesionales que le orientarán y asesorarán para elegir el mejor sistema de seguridad según sus necesidades.
Adquiriendo nuestros productos, recibirá la máxima garantía y una excelente relación calidad-precio. Además, nos dedicamos a la fabricación de cajas fuertes, cámaras de videovigilancia y alarmas, complementos perfectos para garantizar la seguridad de su vivienda y de los objetos más valiosos en el caso de intrusión.